Aunque el día amenazaba lluvia
pudimos hacer el paseo sin recurrir al impermeable y deleitarnos con la explosión
de color que surge en esta época del año en los montes de León. La ruta
comienza en Canseco, un bonito pueblo de alta montaña que goza de un arroyo que
lo atraviesa, de recorrido circular por una pista de fácil acceso cuyo punto
más distante es el refugio de Cascaro y que posteriormente abandonamos a través de la maleza para enlazar con el
camino de otra ruta que va desde este pueblo hasta Redilluera.
La característica principal de
esta travesía es poder observar todo el colorido de los montes que inunda
nuestra retina, es por ello que dejaremos que las imágenes hablen por sí solas de
la belleza de la naturaleza, donde se combina el amarillo del piorno, el blanco
y morado del brezo con el verde de las
praderas y del follaje de los bosques de robles o de hayas, siempre salpicado por
grupos de otro tipo de flores. Por si fuera poco, toda esta riqueza de color
viene acompañada del agradable olor de la flor del brezo o del espino de
mayotal que empapa el ambiente y envuelve a quien lo percibe de tal forma que
le gustaría eternizarlo de forma permanente en su memoria para el resto del
año. Una experiencia digna de ver en vivo y en directo, muy lejos de parecerse
a cualquier fotografía que mostramos a continuación amenizadas con La Primavera de
Vivaldi.
Q reportaje más bonito has hecho Belén,eres muuuy buena reportera,Graaacias
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