miércoles, 20 de junio de 2012

Espigüete


Hemos tenido un fin de semana movidito y se inició el sábado con la  subida a Espigüete en un día de nieblas matutinas que esperábamos se dispersaran.
Como información, este macizo está situado en el parque Natural de las Fuentes Carrionas de Palencia, que alcanza una altura de 2.450 m de altura y que es de forma piramidal.
Dejamos el coche en el aparcamiento del Pino del  Llano y desde aquí existen dos alternativas: Una seguir la senda de Mazobre de 6 Km, ida y vuelta, y la segunda, iniciar el ascenso por la cara este en una pronunciada pendiente. 

En poco espacio alcanzamos cierto nivel, como indica la referencia del aparcamiento.

Comenzamos a divisar parte del pantano.

Y al lado opuesto,  Maraño de Arriba.

A nuestra derecha tenemos una panorámica de la senda de Mazobre perfectamente marcada.

Las nieblas siguen haciendo acto de presencia.

Hemos superado el primer tramo que vemos desde abajo.

Desde este punto vemos la cascada de Mazobre.

También divisamos el pantano en gran parte de su extensión.

Nueva subida después de un pequeño remanso.

Empieza a cubrirse de niebla el pantano, ... mal presagio.

Con una vistazo hacia atrás, observamos el perfil  este de Espigüete por el que hemos caminado.

Hemos llegado a la cota de niebla, evento nada favorable para alcanzar nuestro objetivo.

Las vistas que gozábamos hasta ahora quedan anuladas.

La niebla sólo nos deja ver a pocos pasos de nosotros.

Nos toca decidir si retrocedemos o por el contrario, avanzar hasta la cima. La suerte está echada: con el guía experto que llevamos … hay que coronar el pico.

El resultado del esfuerzo está aquí, en esta foto, a pesar de la niebla persistente que nos empapaba y nos impedía ver a pocos metros. Una pena no poder distinguir cada uno de los picos que rodean a Espigüete y el paisaje de alrededor.

Descendemos por la cara norte que nos conduce directamente hasta la senda de Mazobre, caracterizada por grandes neveros  de nieve blanda y por acumulación de  gravilla, sobre una pronunciada pendiente que al que más o al que menos le produce una caída, aunque procuremos bajar con tiento.


El tamaño de la pedriza aumenta y dejamos atrás la maldita niebla.

Comienza zona de monte con vegetación.

Divisamos las cascadas a las que nos dirigimos.

Este acceso es más practicable.

Notamos cómo nos salpica la cascada al chocar su caudal en el suelo y aprovechamos el momento para saborear sus frescas aguas.

Abandonamos el lugar por la senda marcada.

Y llegamos al punto de partida después de casi seis horas.

En el siguiente vídeo aparecen más fotos.



1 comentario:

  1. ¡¡¡¡AUPA A NUESTRA COMPAÑERA BELEN Q NOS HACE DISFRUTAR CON SUS REPORTAJES TAN IMPRESIONANTES
    Q TIENES LA SENSACION DE VOLVER A VIVIR LOS MOMENTOS MAS BONITOS DE LA RUTA,MUCHAS GRACIAS COMPAÑERA ,POR DARNOS ESTOS MOMENTOS,Q SABEMOS TE ROBAN TIEMPO, Q POR SUPUESTO VALORAMOS¡¡¡¡

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