En esta ocasión la zancada ha
sido más amplia y llegamos desde casa al mismo corazón de la Sierra de Gredos,
pero antes, por nuestros ojos han pasado
imágenes de extensas zonas de Tierra de Campos cultivados de cereales como el
trigo, la cebada, ect., los viñedos de Rueda, los encinares, las dehesas con las
famosas vacas avileñas, las murallas de Ávila y ya en Hoyos del Espino, el monumento a la cabra montesa sin faltar el
bonito camping rodeado de amplios pinares.
Seguidamente un vídeo de la secuencia en fotos de la ruta desde la salida hasta la llegada.
La Plataforma es el lugar donde
se acaba la carretera, desde donde parte
la ruta para llegar al Circo de Gredos y donde
llegamos justo a la hora para
comer, por lo que debemos acomodarnos para tal fin.
Pero antes nos recibe una mansa
cabra que posa muy encantada para ser fotografiada.
Decidimos hacer la foto de grupo
antes de dispersarnos.
Miramos el panel informativo para hacernos a la idea
del recorrido hasta el refugio.
Hacemos una pequeña fila.
A nuestra izquierda dejamos el
pluviómetro.
Comienza una pequeña cuesta.
Atravesamos el paraje llamado
Prado de las Pozas.
Nos encontramos con el río
Pozas
Un nuevo ascenso.
Una mirada hacia atrás.
Continúa la pendiente hasta
llegar al alto de los Barrerones.
Un indicador nos señala que vamos
por buen camino.
Aparece una senda sin suelo
pedregoso.
Un puente entablado para favorecer el paso.
Toca zigzaguear hasta coronar el
alto.
Un riachuelo cruza la ruta con
unos pequeños pilares para no mojarse.
Nos acercamos a la Fuente de los
Cavadores.
Tenemos restos de pequeños
neveros que aún sobreviven.
Pero de esta fuente no mana ni
una gota de agua.
Aunque tenemos la oportunidad de
observar un macho de la típica cabra de la Sierra de Gredos.
Atravesamos una zona poblada de
vegetación, pero esto no impide que se
distinga perfectamente la senda.
Después de una larga noche sin
pegar casi ojo, salimos al exterior y vemos el amanecer con los primeros rayos sobre el Almanzor.
Un poste informativo nos indica
la ruta a seguir.
Subimos rumbo al pico y
percibimos las formas redondeadas de las piedras por su desgaste en contacto
con los glaciares.
Existen balsas de
frías aguas remansadas.
En la Hoya Antón se forma una “Y”
que conduce a la Portilla Bermeja o por el contrario, a Portilla del Crampón. La mayoría opta por la primera opción.
La pendiente se hace notar, pero la subida es fácil al poder apoyarse uno en las pisadas marcadas en la nieve.
A partir de este momento las piedras aumentan de tamaño y la
dificultad para salvarlas también aumenta.
Es obligatorio hacer turnos para
fotografiarse en el punto geodésico mostrando nuestra cara de satisfacción al
haberlo conseguido.
Toca hacer el descenso.
Volvemos sobre nuestros pasos al punto de partida y como punto y final este gran bollo preñao.
No hay comentarios:
Publicar un comentario